La liposucción o lipoescultura es la aspiración quirúrgica de la grasa ubicada por debajo de la superficie de la piel. Durante los últimos años, la liposucción ha sido el procedimiento quirúrgico más popular.
Aunque la edad constituye un factor muy importante para definir quien es el candidato ideal para someterse a una lipoescultura, las condiciones generales del organismo son aún más importantes. Los candidatos ideales son aquellos quienes han hecho dietas y/o ejercicios pero mantienen depósitos inestéticos de grasa corporal. Los pacientes con sobrepeso, pueden beneficiarse con este procedimiento, que aunque no representa un método para perder peso, ofrece buenos resultados. Sin embargo lo ideal es que la persona tenga un peso cercano a lo normal. No existen límites absolutos de edad para someterse a la liposucción.
Anestesia
El tipo de anestesia dependerá de la evaluación del paciente por parte del cirujano (esto incluye, la contextura del paciente, la cantidad de grasa a ser removida, las condiciones generales y el tipo de técnica quirúrgica). De acuerdo a estos parámetros la anestesia puede ser regional, general, local o por sedación endovenosa.
Procedimiento
La liposucción generalmente toma de 1 a 2 horas, sin embargo el tiempo puede variar de 30 minutos a varias horas, dependiendo del área tratada y de la cantidad de grasa que será succionada. La intervención comienza cuando el cirujano realiza una muy pequeña incisión, lo suficientemente amplia para permitir la introducción del tubo de succión o cánula. El extremo posterior de la cánula está conectado a una máquina succionadora.
Desde hace varios años, se utiliza la llamada Técnica Tumescente que consiste en inyectar soluciones salinas con lidocaina y adrenalina a nivel del tejido graso ubicado por debajo de la piel. La infiltración de esta mezcla antes de iniciar el procedimiento de succión permite entumecer los tejidos y contraer los vasos sanguineos, reduciendo así el sangrado, el traumatismo de los tejidos y la inflamación, además de eliminar el dolor.
Prácticamente todas las áreas del cuerpo pueden ser tratadas con liposucción (papada, nuca, mejillas, brazos, abdomen, muslos, glúteos, caderas, y rodillas).
Después de la cirugía
Después de la cirugía, puede haber drenaje de líquido por las heridas más declives durante dos a tres días. Una faja elástica deberá utilizarse por varias semanas desde el mismo momento de terminada la intervención.
No espere ver resultados inmediatos después de la operación. Las áreas tratadas estarán inflamadas y usted puede sentir una sensación de quemadura. El dolor es controlado con analgésicos comunes. Los antibióticos serán indicados para prevenir la infección.
Toda práctica quirúrgica implica ciertos riesgos. En casos raros el procedimiento puede causar traumatismos severos, sobre todo si grandes áreas son tratadas en un solo tiempo quirúrgico.
Otras complicaciones raras pero posibles son la infección y la pérdida excesiva de fluidos corporales. Sin embargo, la liposucción es un procedimiento altamente seguro y confiable, siempre y cuando los pacientes sean seleccionados cuidadosamente, se disponga del área y de equipos adecuados y sobre todo, que sea realizado por las manos especializadas de un Cirujano Plástico.
Su nueva imagen
La liposucción es definitivamente una técnica altamente efectiva que le puede brindar a usted un nuevo contorno corporal con escasas cicatrices. Los resultados pueden ser permanentes, dependiendo de sus hábitos dietéticos y de ejercicios. Sin embargo, si usted gana peso nuevamente, lo más probable es que sea en forma uniforme y no en áreas localizadas.
En los últimos años, miles de mujeres y hombres se han beneficiado con este fabuloso procedimiento quirúrgico. Un cuerpo delgado y saludable, le dará más confianza en usted y mayor seguridad en el trato con los demás.